MANIAK

Bienvenidos a Bordo

Viajando en una máquina con lentitud desesperante,

sus llantas parecen ser cuadradas.

preocupado por llegar a tiempo a mi destino.

La sudoración pegajosa como cera

interactúa con otra piel que no se dé quien es.

Tripas gruñen de hambre, caras tristes se ven

una a otra velando no ser objeto de robo.

Gases intestinales se esparcen como rocío,

respirándose tal si fuese aire puro, todos

fruncen sus caras por efecto del dulce aroma

que por un momento nos hizo olvidar los

problemas.

Me muevo como ameba dentro del

intestino de un bus, se cruzan unas nalgas

perdidas con mi pubis, resultan ser las de un gay

urgido por tener contacto sexual.

Coquetea esperando

una respuesta, que es contestada con un gesto de asco.

Huyo por la puerta sabiendo que esto será,

por años, mi rutina.

Ariel Salinas