Diego







No espereis por las brumas ni el silencio,
haz tuya la oratoria de la lluvia
los mosquitos, las serpientes
conquistando otros miedos y esperanzas.

En la selva no esperes otra cosa
que humedades y fiebres.

La esperanza aquí, a nadie asombra,
a nadie asalta ni sorprende.

Solamente caminar y caminar
con las armas al hombro y la muerte
en las órbitas, a flor de piel las llagas.

Y luego, si acaso, la sonrisa fantasma
de alguien que se cruza en el camino.

Una sonrisa que no dice nada, que está muda,
hastiada de ser una sonrisa acribillada.

Diego Dixon Petters

Comentarios

Entradas populares de este blog

DIMINUTO

Yegua

Darling Soriano