Vicky

 Los Indios Flecheros y los vaqueros de Jorge Eduardo

....Pero yo solo quiero afirmar a mis colegas que, tras un análisis de la documentación existente, resulta definitivo afirmar que San Jacinto no fue una película del Oeste.( JEA, El Nuevo Diario, 15 de Sept, 2012)

En un único punto coincido completamente con la negación del respetado intelectual JEA, alrededor de la participación de los Indios flecheros traídos a pie desde Matagalpa a " luchar" al lado de los independentistas: A los grupos aborígenes y nativos no les interesaba involucrarse en ninguna guerra de sus patrones, sus esclavistas, sus vasallos. Los pueblos aborígenes libraban otras batallas, eran otros sus intereses. Solo basta recordar que al momento de inicio de las luchas independentistas en Centroamerica, los aborígenes continuaban reclamando el derechos a sus tierras ancestrales, todavía en manos de los descendientes de los conquistadores.

Para hacer uso del debido respeto a las excepciones en toda regla , me atrevería a asegurar que la gran mayoría de las tribus, etnias y subclases sociales dominadas por la colonia española miraban con total desinterés y escepticismo los movimientos independentistas organizados y dirigidos en su mayoría por miembros de las clases oligárquicas, meritoriamente mestizos, es decir, hijos de españoles nacidos en tierras nicaraguenses y cuya condición de discriminación ante la corona española fue, a la postre, la causa principal  por la que se alzaron en armas.

Tratando de entender las razones y argumentos de JEA para restar importancia a la participacion de los Indios flecheros, y aunque bajo protesta, puesto que no soy discípula de la metodología científica del mencionado intelectual,  de quien es fácil detectar en la inmensa mayoría de sus estudios una obstinada exaltación por las figuras representativas de las clases oligárquicas, valiéndose en calificativos como: " Fino caballero" " Gentil dama" " culto caballero"  cuando se refiere a ciertos personajes de la historia post colonial, lo que, muy probablemente haya inducido a mas de uno que otro critico a llamarle " El nuevo intelectual de la Oligarquía". 

Todo lo contrario ocurre cuando entre sus importantes aportes y análisis de documentos antiguos aparece por algún incidente propio de la época algún aborigen, los calificativos se cruzan de esquina, y entonces empezamos con la descalificación, en la que se exacerba la carencia absoluta de educación de " los indios",  su falta de cortesía, altas muestras de brutalidad y carencia de  cultura, como si esta fuese una condición inmanente al status social.

Recientemente, y como es usual, un diario local publicó una desgarradora critica de JEA  a la obra de un insigne personaje, quizás no de su misma talla intelectual, pero si un incansable buscador de las raíces y la historia del pueblo matagalpino y jinotegano, el señor Eddy Kuhl; Mas que valioso ha sido el aporte del señor Kuhl a la recuperación de la memoria histórica y colectiva de los matagalpinos y su esencia cultural, y por tanto, a Nicaragua entera. Me llamó la atención de manera particular la siguiente aseveración de JEA a la obra del señor Kuhl:

"Es en la metodología donde reside su principal falla. No maneja suficientemente la bibliografía disponible sobre los temas a investigar ni recurre a fuentes primarias en forma directa, ni se exige un rigor mínimo para citar las fuentes secundarias. critica de JEA a la obra de Eddy Kuhl, Jinotega. Novia de la Montaña".( El Nuevo Diario, opinion, 7 de Julio 2012)

Yo pregunto, ¿cual sera la rigurosidad científica de que se vale Jorge Eduardo? ¿ Sera que realmente él se apega rigurosamente a los métodos científicos de investigación? es decir, una fuente primaria es aquella que provee un testimonio o evidencia directa sobre el tema de investigación.  Las fuentes primarias son escritas durante el tiempo que se está estudiando o por la persona directamente envuelta en el evento. 

Si este señor lo único que hace en la vida es revisar documentos y archivos de tiempos de la colonia, llamense crónicas de indias, cartas de piratas, partes de guerra, casamientos, divorcios etc, guardados en los archivos nacionales y en las principales alcaldías del país . ¿ sera que para contrastar sus consultas bibliográficas o documentales recurre a las fuentes primarias en busqueda de corroborar sus aseveraciones? 

Ese es el caso, por ejemplo, de sus escasos estudios realizados sobre las etnias Miskito y Mayangnas, de quienes únicamente refiere citas de Guido Grossman(misionero Moravo, cuyo objetivo, igual que los evangelizadores españoles, era lograr la conversión de los Mayangnas con la  ayuda de los Miskitos, mientras los piratas saqueaba sus riquezas)  y de E. Conzemius, un aventurero y ex-trabajador ferroviario procedente de Luxemburgo a principios de siglo XX quien logró convivir durante varios años con estas etnias, y cuyas aseveraciones, la mayoría imprecisas, no le otorgan mayor valor científico e historico. 

Como decía al inicio de este escrito, tanto por su aversión a la heroicidad indigena y la capacidad de estos de protagonizar actos dignos de sendas paginas de la historia de Nicaragua, como por toda la documentacion que ha leído de los escribanos del anti-indigenismo oligárquico, Jorge Eduardo Arellano, quien de pronto olvida que los " Indios " fueron elevados al rango de seres humanos por los juristas y teólogos de la corona, tiene de todo ello una sola certeza: 

Si por alguna circunstancia desesperada, los independentistas lograron colocar a los " indios" en el frente de batalla en la hacienda San Jacinto, estos jamás lo hicieron por voluntad propia." Razón por la cual, con muy "buenas intenciones", el buen y "cultisimo caballero", Don Jorge Eduardo Arellano, pone a disposición su academia para " colaborar en la elaboración de la placa de ese monumento, en el que " quizás" cabrían los anónimos y " manipulados" indios flecheros. ( ojo con el sarcasmo y la ironía, característico de su lenguaje para referirse a los aborígenes de esta tierra.)