Madruga para ser sustento de viejas tablas, láminas cancerosas, recorre adoquinados caminos calzada de hierro, espera la carga. El mediodía con su enardecido a cuestas, trinca bocados para un estómago papuloso, le falta el aire, una sensación incendiaria le pide parar. Su herida supurante recuerda el coyundazo en el lomo es embestida por encachimbados enjambres de moscas que luchan contra los motores El riguroso dictador acaba con sus fuerzas músculos colapsados, indefensa, galopa hasta cerrar los ojos Mario Gabriel Solórzano Gómez
Lustraba zapatos en los mercados de Managua, al terminar las jornadas tupía los ojos al escuchar murm ullos del viento. Había poemas de su niñez en el difuso aleteo de pájaros, algunas nubes sueltas arrastraban hojas buscando niños muertos. El niño lustraba trocitos de culpa desperdigados sobre el cuero de los zapatos. Recolectó mariposas amarrillas a la hora del almuerzo. Al Terminar el día cerró los ojos para escuchar la canción del viento, el final se acercó con un silbido violento por parte del sol, la pequeña fortuna ganada vibró de miedo en su bolsa. Era el sustento de su madre para la comida del día. El niño cerró los ojos al escuchar un segundo silbido, cantaba la inopia de una madre quebrantada, una familia rural imperceptible ante un padre muerto. Cuando finalizó el canto, el sol se hizo pequeño y lo aplastó. María Fernanda López González
Los Indios Flecheros y los vaqueros de Jorge Eduardo ....Pero yo solo quiero afirmar a mis colegas que, tras un análisis de la documentación existente, resulta definitivo afirmar que San Jacinto no fue una película del Oeste.( JEA, El Nuevo Diario, 15 de Sept, 2012) En un único punto coincido completamente con la negación del respetado intelectual JEA, alrededor de la participación de los Indios flecheros traídos a pie desde Matagalpa a " luchar" al lado de los independentistas: A los grupos aborígenes y nativos no les interesaba involucrarse en ninguna guerra de sus patrones, sus esclavistas, sus vasallos. Los pueblos aborígenes libraban otras batallas, eran otros sus intereses. Solo basta recordar que al momento de inicio de las luchas independentistas en Centroamerica, los aborígenes continuaban reclamando el derechos a sus tierras ancestrales, todavía en manos de los descendientes de los conquistadores. Para hacer uso del debido r...
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