Jean franco
12
am
La
campana marca las 12, a lo lejos se escucha el aullido de los cadejos. En las
calles oscuras cubiertas de la brumosa niebla se siente el olor a putrefacción.
En los parques habitan las risas burlescas de los duendes, que buscan al
siguiente niño malcriado para arrastrarlo a la oscuridad y dejar su imagen en
el olvido. Las cabelleras de las ceguas adornan los caminos embadurnados de
sangre, de almas que alzan plegarias ahogándose en su sufrimiento. Se mira como
cae la muñeca de barro quebrando su inocencia, y sus
restos arrastrados por la mona. Los senderos se cubren del grito sufrido
de la llorona y la colecta de la carreta náhuatl, dando el aviso del fin o
talvez del nuevo comienzo, mientras se desvanece en el resplandor de la
solitaria nada.
Jean franco
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